Liberto Esteve Requena
Recuerdo que escribí hace años una crónica a propósito del Día de San Vicente de Paúl de mi colegio en el que relataba los acontecimientos como si de un cuento se tratase. Incluso el título del mismo decía: Érase una vez un Colegio Vicenciano. Y es que los cuentos de siempre, esos que eran contados con amor y delicadeza por nuestras madres siempre nos hicieron imaginar un mundo idílico y fantástico. El Érase una vez ya nos introducía en la historia y nos comprometía a ser personajes de cuento y participar de los hechos que allí se relataban.
Desde que se imaginó una nueva forma de enseñar a los personajes de carne y hueso en época de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, fueron incorporándose personas de bien a esta maravillosa historia: Hijas de la Caridad, Padres Paúles y voluntarios y voluntarias quienes se dejaron la vida por ayudar al necesitado y amarles al estilo de sus fundadores. Como todos y todas sabemos ese cuento escrito con letras de ternura, sigue leyéndose por el mundo entero y se siguen creando páginas y páginas con más y más relatos.
En pleno siglo XXI con un mundo globalizado, diverso y en ocasiones convulso, el espíritu de esas primeras cuartillas, que llevaban la firma de la entrega, el compromiso, la cercanía y los valores cristianos, sigue vivo y presente en todos nuestros colegios. Miles de Comunidades Educativas apuestan por una educación de calidad y de futuro para mejorar el mundo que nos ha tocado vivir. En cada provincia de nuestro ancho territorio nacen nuevas ideas que favorezcan la inclusión, las nuevas formas de enseñar o aquellas que ayuden al alumnado a crecer y desarrollarse como personas. Nacen proyectos innovadores e ilusionantes como TESELA, que apuestan por la mejora de los centros, por la unidad entre ellos con el fin de ir todos en la misma dirección.
Se acaba de gestar un equipo de voluntarios y voluntarias, motivados y con ganas de aportar sus conocimientos a este nuevo proyecto. Un equipazo de comunicación que ayudará a los centros educativos a educar en el sentido crítico, que trabajará en asuntos relacionados con la competencia digital, tecnología que favorecerá la comunicación e interacción entre las escuelas o que hará posible que nuestro proyecto educativo, nuestras acciones, iniciativas y éxitos lleguen a cualquier rincón, entre otros asuntos. Son voluntarios y voluntarias de carne y hueso, reales, profesores y profesoras, que han salido de nuestros colegios y que como los cuentos de antaño, ilusionados e ilusionantes, salen de sus rutinas porque quieren hacer algo bonito.
Porque no somos islas, sino centros en red, porque no nos conocíamos y nos conocemos, porque existen colegios pequeños, grandes, escuelas de pueblo y de barrio, porque nos va la caridad y el acompañamiento con los niños y niñas que llegan a nuestras escuelas, vamos a hacer algo bonito. Vamos a seguir colocando páginas a este cuento tan fascinante y a seguir leyendo lo que todos y todas podemos aportar.
Iñaki Burguete, Garbiñe Telletxea, Anna Carmona, Ana Mª. García, Mª José Mallo, Liberto Esteve, Carlos Laforga, Teresa Estellés y Gabri Vidal en principio serán los y las que irán construyendo este trocito de TESELA.
Como Comisión de Comunicación que somos, seguiremos informando.
